Leni Riefenstahl se hallaba en el dilema entre hacer el mejor documental, y hacer ver al Führer como un icono de grandeza y tener su reconocimiento y gratitud, o terminar en el paredón así como muchos que no le fueron de mucha utilidad.
La vida le sonrió a Leni, y el Führer también, manteniendola dentro de sus altas figuras del movimiento Nazi, gracias al documental de tipo propaganda, que ella le hizo llamado "Triumph des Willens" en español traduce "El Triunfo de la Voluntad".
Dentro del documental se puede observar el gran presupuesto que aporto el régimen nazi a la realización cinematográfica.
El solo numero de cámaras que se usaron para la producción, habla ya bien de la cantidad de dinero que se uso para financiar dicha filmación, que se usaron en aviones, torres, y vehículos.
Ejemplos de su éxito se ven reflejados en las imponentes tomas de los aviones y hacia los mismos, donde muestran una Alemania imponente y arrazante en su arsenal y organización militar, liderada por alguien que promete que la nación será potencia mundial.
En conclusión se puede determinar que un buen manejo de cámara y de puesta en escena, hace de cualquier pequeño, todo un gigante. Fijarse el caso de Adolf Hitler, era pequeño... y los contrapicados lo hacían ver inmenso e imponente.
El solo numero de cámaras que se usaron para la producción, habla ya bien de la cantidad de dinero que se uso para financiar dicha filmación, que se usaron en aviones, torres, y vehículos.
Ejemplos de su éxito se ven reflejados en las imponentes tomas de los aviones y hacia los mismos, donde muestran una Alemania imponente y arrazante en su arsenal y organización militar, liderada por alguien que promete que la nación será potencia mundial.
En conclusión se puede determinar que un buen manejo de cámara y de puesta en escena, hace de cualquier pequeño, todo un gigante. Fijarse el caso de Adolf Hitler, era pequeño... y los contrapicados lo hacían ver inmenso e imponente.